Sí, lo entendemos… Las salas de bingo tradicionales pueden ser un poco… Bueno… anticuadas y aburridas. Cuando uno piensa en salas de bingo, lo normal es imaginarse a tu abuelita pasando allí el rato con su nueva pandilla de amigos. ¡Pero piénsalo bien! Realmente ha habido un resurgir de las salas de bingo y ahora son EL lugar al que ir. Aunque dejemos esa historia para otro momento… De lo que vamos a hablar aquí es de una forma distinta de jugar al bingo; una en la que no hace falta que te arregles el pelo y que puedes disfrutar estando en tu propio sofá, incluso delante de la tele. Hablamos del bingo online, que ha seducido a jugadores de todo el mundo.
El bingo online se ha hecho muy rápidamente aún más popular que el propio Netflix. Vale, de acuerdo… quizá estemos exagerando un poco… ¡Pero no tanto! ¿Por qué no habrías de querer jugar al juego más entrañable del mundo sin dejar de disfrutar de la comodidad de tu propia casa? ¡Parece que nadie sabe responder a eso! Personas de todo el mundo andan jugando al bingo más que nunca y de muy diferentes maneras. Veamos los distintos tipos de bingo online que se juegan alrededor del mundo.
ALEMANIA
Cuando no están engullendo salchichas mientras celebran fiestas de la cerveza, los alemanes se dedican a jugar al bingo online. De hecho, el bingo –o para ser más exactos un primo cercano suyo; algo así como un primo segundo por parte de padre– solía usarse como una herramienta de enseñanza en Alemania, allá por el siglo XIX. Por aquel entonces se le llamaba «Tómbola» (como el título de la famosa película de Marisol… Si tienes edad para recordarla) y se utilizaba para enseñar matemáticas, deletreo y otras disciplinas. Pero no pasó mucho tiempo antes de que el B-I-N-G-O que todos conocemos y adoramos evolucionara para convertirse en el juego que actualmente es. Hoy en día, nuestros amigos de Deutschland juegan online a la versión alemana del bingo de 90 bolas.
ITALIA
Es difícil imaginar que el bingo pueda haberse inventado en otro país que no sea el Reino Unido, pero, sorpresa, sorpresa, resulta que según muchas fuentes ¡Italia fue su cuna! Aparentemente, la primera vez que se jugó al bingo fue en el siglo XVI, en el país de la pasta, donde por entonces tenía el pintoresco nombre de Gioco del Lotto d’Italia. Te suena la palabra «lotto», ¿a que sí? ¡A nosotros también! Lo llamaban así porque, en realidad, el bingo de entonces formaba parte de la lotería nacional de Italia. Y de hecho sigue siendo así incluso hoy en día.
Es algo bastante curioso teniendo en cuenta que la ley italiana tenía normas muy estrictas con respecto al juego y que, en cierto momento, sólo el propio Estado podía ofrecerlo. Por suerte para los italianos, las cosas empezaron a cambiar y ahora otros operadores pueden ofrecer sus propias versiones de ese juego, siempre que tengan un máximo de 100 números o símbolos. Madre mía, eso sí que es ser riguroso… Aunque haya otras versiones de bingo online en Italia, el tipo más popular es el bingo de 90 bolas.
JAPÓN
Actualmente, en Japón se juega online a la versión del bingo de 75 bolas, ¡y el país incluso posee el récord de la mayor partida online del mundo! Según el Libro Guinness de los Récords, esa partida la organizó Coca-Cola de Japón y tuvo lugar el 3 de septiembre de 2010. ¡Participaron nada menos que 493.000 jugadores!
ESPAÑA
¡Poder jugar al bingo online realmente le ha dado una nueva vida al bingo entre los españoles!
En 2018, la autoridad reguladora, Dirección General de Ordenación del Juego (intenta decir ese nombre muy deprisa tres veces seguidas), informó de que el valor gastado en bingos online había aumentado un 18%, ¡hasta alcanzar más de 13 millones de euros!
Como a los españoles parece encantarles de verdad jugar al bingo online, resulta complicado decir qué tipo exacto es su favorito, aunque parece que hay un empate técnico entre las versiones de 75 y 90 bolas.
SUECIA
Decir que a Suecia le costó un poco subirse al tren del bingo online es quedarse corto. La primera partida online fue en 1996 y el primer servicio de Internet decente de bingo es de solo 2008. Pero, todo hay que decirlo, a pesar de haber tardado tanto, el mercado sueco del bingo online alcanzó ya en su primer año, en 2009, el astronómico récord de más de 153 millones de euros.
Quizá sea algo sorprendente para ti, pero no para la mayoría de los suecos. En realidad, el bingo es adorado en todo el país desde los animados años 60, cuando una pequeña organización de atletismo sueca visitó Inglaterra, se enamoró del juego –lo que no es nada extraño– y se lo llevó consigo de vuelta. Desde entonces, el bingo ha sido un juego de bandera en Suecia.
Aunque este juego pueda ser el amor de los suecos, la verdad es que tiene un oscuro secreto… Spelinspektionen, una autoridad reguladora, reconoce sólo tres tipos de bingo: variantbingo, automatbingo y storbingo. El Acta Sueca de Loterías define la versión online como un simple juego numérico, ¡por lo que no está oficialmente declarada como bingo en ese país!
A pesar de ello se sigue jugando online, aunque se le llama –quizá lo hayas adivinado– bingo sueco. En el bingo sueco es un poco más difícil de ganar. Se parece bastante a la versión de 75 bolas que conocemos y amamos, pero incluye un número aleatorio en el cuadrado central del cartón.
REINO UNIDO
Aunque el Reino Unido siempre ha estado y sigue estando loco por el bingo, hay cada vez menos personas que juegan en salas de bingo físicas. Sí, nos damos cuenta de que eso puede hacer que cada día se aleje más tu sueño de un apasionado encuentro con un bellezón en el bingo local, ¡pero no te preocupes! Su versión online y la comunidad de jugadores de bingo online siguen creciendo y hay montones de partidas de bingo donde jugar… De 30, 75 ó 90 bolas; slingo, etc.
¡Los ingleses nos cuidamos bien, no hay duda! A pesar de tantas variantes de bingo online, el de 90 bolas suele ser el más popular tanto en las salas como en Internet.
EE.UU.
América nos ha dado muchas cosas, pero quizá la mayor de todas ellas, poniendo la mano en el corazón, sea el bingo moderno. Se considera que el hombre, la leyenda, Edward Lowe –fabricante de juguetes y vendedor–, fue el primero en jugar a un juego llamado Beano, en una feria celebrada en Georgia. Se cuenta también que fue una partida entre amigos. Lowe imprimió sus propios cartones y acabó decidiendo cambiar el nombre del juego después de que, en medio de tanta emoción, uno de sus colegas jugadores se confundiera y cantara a voz en grito –ya lo habrás adivinado–: «B-I-N-G-O», en vez de «Beano». («Beano» no suena igual de bien, ¿a qué no? Para qué nos vamos a engañar…).
La versión preferida en América de nuestro juego favorito es, hoy en día, el bingo de 75 bolas. La diferencia con el inglés de 75 bolas es que tiene algunos números menos y que usa cartones de 5×5 (los americanos siempre tienen que hacer las cosas a su manera, ¿verdad?). De hecho, eso hace el juego un poco más rápido. Y quién sabe, ¡quizá hasta sea más divertido así!