Todos sabemos que los antiguos egipcios pensaban que los gatos eran lo más. A menudo los adoraban y hasta los momificaban cuando eran enterrados. ¿Y quién puede echárselo en cara?… Lo que quizá no sepas es que, aunque los gatos llevaran el cotarro en los tiempos antiguos, los juegos más populares a que jugamos hoy también formaban parte del día a día de entonces. Así que, ¿cómo llegamos a juegos como el bingo online que todos conocemos y adoramos?
Bueno, pues agárrate, porque ¡estamos a punto de hacer un viaje al pasado para descubrir dónde se originaron los juegos más populares y cómo se convirtieron en lo que son hoy!
Ajedrez ♟
Muchos dirían que el ajedrez es uno de los juegos más antiguos que aún se juegan en la actualidad, pero lo cierto es que en realidad es relativamente moderno. El lugar con exactitud donde se inventó sigue sin estar nada claro del todo, pero la mayoría de los historiadores piensa que surgió en la India, en torno al siglo VI de nuestra era. Pero que sepas que otros historiadores apuestan por China como su lugar de origen.
El formato más antiguo del juego se desarrolló durante el Imperio Gupta y recibía el nombre de «chaturanga», como la postura de yoga homónima. Ese ajedrez primitivo constaba de tres cuerpos militares: infantería, «elefantería» y caballería. Esas son las piezas que eventualmente acabaron convirtiéndose en los peones, alfiles, torres y caballos con los que jugamos ahora. Como ocurre con la mayoría de los juegos antiguos, las reglas del ajedrez también fueron evolucionando y propagándose a escala global. Se cree que las normas que usamos hoy surgieron en Europa, alrededor del siglo XV.
Go
¡No hay ninguna duda sobre dónde se originó el popular juego de mesa go! Está claro que China es quien tiene ese honor. Las antiguas leyendas de ese país afirman que se empezó a jugar a él en la época del emperador chino Yao, entre el 2356 y el 2255 a. C. Fue él mismo quien lo inventó para su hijo, Danzhu, con el fin de enseñarle equilibrio, disciplina y concentración. El go se llamaba originalmente weiqui en China, antes de llegar a recibir su nombre actual, conforme fue aumentando su popularidad.
De hecho no se restringió a China durante mucho tiempo y pronto se propagó como un descontrolado incendio por todo el sudeste asiático. Los japoneses, en particular, adoraban este juego y es en Japón donde se introdujeron la mayoría de los cambios modernos en él. La versión a la que jugaban hacia la década de 1670 ya era parecida a la que jugamos en la actualidad.
Backgammon
El backgammon es un juego muy conocido y amado en todos los rincones del mundo, y también unos de los más antiguos juegos de mesa de siempre. Sus orígenes no estuvieron muy claros durante un tiempo, pero en 2004 se produjo un gran descubrimiento arqueológico en lo que al backgammon se refiere. Se encontró un tablero en la ciudad iraní de Shahr-e Sukhteh cuyo aspecto recordaba mucho al de un tablero de backgammon.
Es sin duda el más antiguo encontrado hasta el momento y se ha datado hacia el 3000 a. C. El tablero fue fabricado en ébano y sus 60 piezas estaban fabulosamente hechas de turquesa y ágata. Como en todos los juegos antiguos, las reglas del backgammon fueron evolucionando con el tiempo y conforme se extendía por otras regiones del mundo. Pero su versión más antigua parecida a la moderna es la llamada «tábula», que se originó en el imperio bizantino, en Grecia, en torno al 480 d. C.
Las damas
El juego de las damas es seguramente uno de los juegos de mesa más antiguos de todos a que aún se juega hoy en día. Sus humildes orígenes se sitúan en la antigua ciudad de Ur, al sur de Mesopotamia, conocida hoy como Irak. Una versión de este juego muy parecida a la actual encontrada en esta zona se dató con carbono 14 como siendo del año 3000 a. C.
Conforme es habitual, las damas fueron cambiando y evolucionando según el juego fue extendiéndose por todas partes, y en la actualidad hay unas cuantas versiones, que incluyen las damas inglesas o americanas y las rusas. Te lo creas o no, el primer campeonato del mundo del juego de las damas tuvo lugar en Francia en 1885.
Bingo
¡Este es el juego por el que todos estábamos esperando! Por supuesto, las partidas de bingo han ido evolucionando con el paso del tiempo, pero no hay duda de que el bingo es uno de los más importantes juegos que han llegado hasta nuestros días. No obstante, su versión original era muy distinta de lo que puedes encontrarte hoy en sitios web de bingo online.
A mediados del siglo XVI, lo que estaba de moda era la lotería italiana conocida como lo giuoco del lotto d’Italia. Los jugadores ya tenían entonces cartones grabados con recuadros de números y esos números se extraían de un saco. Más adelante, hacia la década de 1770, el bingo llegó a Francia, donde un joven adulto cambió un poco su formato haciendo que los cartones tuvieran tres líneas horizontales y nueve verticales. Aunque los números siguieran extrayéndose de un saco, solo entonces se introdujo la innovación de que alguien pudiera ganar por completar una línea horizontal.
Se cree que el bingo pasó luego al Reino Unido y a otros países europeos, hacia el siglo XIX. Más tarde, las tropas de la Primera Guerra Mundial jugarían a una versión del bingo llamada «tómbola», entre 1914 y 1918. Cuando volvieron a casa se llevaron ese juego con ellas y fue en sus lugares de origen donde evolucionó hasta tener el formato que conocemos y adoramos hoy en día.
Avanzando rápidamente en el tiempo hasta el siglo XX en Estados Unidos, el juego se hizo muy popular allí durante esa época. Hugh J. Ward fue la primera persona de ese país en crear y estandarizar el bingo para su uso comercial, hacia los años veinte. No obstante, la versión moderna del bingo se le atribuye en gran medida a Edwin Lowe. Lowe se topó con el juego en un carnaval y se lo llevó consigo de vuelta a Nueva York, donde reclutó a un matemático para ayudarle a crear distintas combinaciones ganadoras y a garantizar que no pudiera haber múltiples vencedores en una misma partida.
El juego en sí era parecido a su versión francesa, pero los números se marcaban con judías pintas y el ganador debía gritar: «¡beano!», que fue la primera y más próxima versión del grito de júbilo de «¡bingo!» que todos conocemos y utilizamos hoy.
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